En estos días de regalos, os invitamos a pensar sobre la importancia de los libros en la infancia. Para ello, compartimos con vosotros y vosotras una reflexión de la escritora, periodista, promotora de lectura y educadora, Yolanda Reyes.
“Porque a los niños les gustan las historias. Porque en el fondo, cada vida es una historia. Y al asomarse a las páginas de un libro, los niños se asoman a la infinidad de historias de la vida de la gente.
Porque los niños son curiosos como cualquiera de nosotros. Y quieren saber qué piensan otras personas, cómo se sienten, cómo resuelven sus problemas, cómo se enamoran, por qué lloran y se ríen, qué sueñan y cuáles son sus pesadillas.
Porque los niños no tienen tantos años de experiencia. Y los libros les «prestan» la experiencia ajena de quienes han vivido más, para «leerse» en ella. Porque los niños saben que, detrás de un cuento, vendrán papá o mamá a leerles cada noche. Y saben también que se quedarán a la orilla de la cama y no se irán a atender sus asuntos adultos ni apagarán la luz, al menos, hasta que ese cuento se termine.Y por eso siempre piden que les cuenten otra y otra y otra vez. Porque un libro es como una barca que conecta dos orillas: día y noche, sueño y vigilia, luz y sombra. Y, en esa barca, los niños se deslizan lentamente desde el mundo real hacia el mundo de los sueños...”
Regalar un libro es regalar tiempo compartido, palabras que abrigan y preguntas que acompañan. Es sembrar un espacio de encuentro donde la imaginación crece y el vínculo se fortalece. En estos días —y durante todo el año— recordemos que un libro en manos de un niño o una niña es mucho más que un objeto: es una puerta abierta para comprender el mundo y para sentirse parte de él.